MITOLOGÍA GALLEGA

La mitología gallega es el conjunto de creencias populares de Galicia, que han sobrevivido o se han mezclado (en muchos casos) con mitos.
Algunas de estas creencias pueden compararse a otras presentes en otras partes de la costa oriental del Atlántico norte, como Bretaña o Irlanda, además de con los pueblos de al rededor de la tierra de Breogán.
Otras, son creencias de origen incierto, posiblemente de la mezcla de los pueblos galaicos autóctonos con los invasores romanos, y fueron cambiando a lo largo de los años.

CRIATURAS DE LOS BOSQUES
Árboles sagrados:El árbol céltico de la vida, el roble es el árbol de la vida de los celtas, y es precisamente esta especie (Duir, en lengua céltica) la que da nombre a los druidas. Se representa como un árbol cuyas raíces y ramas están entrelazadas y son indistinguibles entre sí, simbolizando la vida eterna y el renacimiento.El tejo era uno de los árboles sagrados de los druidas y junto con otros 12 árboles conformaba el calendario celta.

Búsqueda de tesoros
Los señores de los bosques
La serpiente alada
Duendes del hogar: TRASGOS
Los trasgos son seres mágicos elementales que pertenecen a la raza de los duendes domésticos. Provenientes de la mitología española, principalmente la asturiana y la gallega, donde se les identifica como duendes pequeños, de espíritu travieso, que habitan en casa de los humanos y sólo se relacionan con ellos para hacerles todo tipo de travesuras: romper cosas, ensuciar las casas, cambiar los objetos de lugar o esconderlos, hacer ruidos durante las noches para no dejar dormir a los dueños de las casas; a pesar de ello, no son seres malvados, lo único que buscan es diversión, al igual que otros duendes de la mitología europea

CRIATURAS DE LAS AGUAS
Lavanderas
Espíritu de las nubes tormentosas
Tritones y sirenas y otras criaturas marinas
MAGIA
Plantas mágicas
Grimorios medievales
El mito celta de la creación
El Sol
CRIATURAS DE LA NOCHE
Ankou, el carro de la muerte bretón
Viajes al inframundo
LUGARES MISTERIOSOS
Montañas sagradas
Paraísos perdidos